En mi último viaje a Segovia tuve el placer de disfrutar en casa de jose María, (comiendo por supuesto), su buén hacer y el de su plantilla se nota desde que entras por la puerta, como es costumbre comí judiones de la granja de los cuales me sorprendió lo tiernos que estaban, soberbios, y también el maravilloso cochinillo, para ser francos no es un plato con un sabor muy exquisito, la verdad es que el animal no está "hecho", es decir es demasiado pequeño y su sabor es tenue, es como comparar la ternera blanca con la vaca vieja, la verdad es que donde esté la vaca vieja...
pero estababamos en Segovia y tocaba comer cochinillo, menuda paraflernaria tienen montada con el animalito, que si lo cortan con el plato... que si delante del turista..., la verdad que me alegro, se lo han sabido hacer, por cierto el vino de la casa exquisito.
Al final y es del agrado del cliente, Jose maría se pasa por las mesas preguntando por la comida, muy bién, si señor.
pero estababamos en Segovia y tocaba comer cochinillo, menuda paraflernaria tienen montada con el animalito, que si lo cortan con el plato... que si delante del turista..., la verdad que me alegro, se lo han sabido hacer, por cierto el vino de la casa exquisito.
Al final y es del agrado del cliente, Jose maría se pasa por las mesas preguntando por la comida, muy bién, si señor.
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